Catedral inacabada pero sorprendente
Bien, hay que ver entrar en la catedral y verla por dentro y de paso, imaginarse lo que pudo ser y no fue. Puede que alguna vez lo llegue a ser. La marcha de Juan de Herrera al Escorial, obra faraónica pero magistralmente realizada se vio compensada con la llegada de Diego de Praves, que da nombre a un instituto en Pajarillos. La falta de dinero, las irregularidades del terreno, la torre destruida por el terrorífico terremoto de Lisboa a mediados del siglo XVIII la dejaron sin acabar y todavía quedan restos de la antigua Colegiata, creando un paisaje urbano que mezcla ruinas y edificios, no tiene parangón en España y todo ello con los preciosos árboles y La Antigua al fondo, cerca de la Universidad. No tiene desperdicio y hay que verlo y disfrutar en una terraza bebiendo un buen vino de la tierra, o de otro lugar de España o Portugal porque en eso somos los mejores. No muy lejos está la calle de la Solanilla, con casas atrayentes y la iglesia de las Angustias y el Teatro Calderón, antiguo Palacio mudéjar donde nació un hijo del rey Fernando II de Aragon y V de Castilla y la francesa Germana de Foix, don Juan que, de haber sobrevivido, podría haber cambiado la historia de España porque el heredero de Aragon hubiese sido distinto al de Castilla.
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