Comparable al rey Arturo
La calle del Paraíso es un lugar mítico, paradisíaco. Para personajes míticos está el rey visigodo Leovigildo, que tuvo que enfrentarse a suevos, bizantinos, francos, cántabros, vascones e incluso a su propio hijo que se llamaba Hermenegildo.
De los sappos no se sabe mucho. Es un pueblo que vivía en lo que sería más tarde el Reino de León. Enemigos no le faltaban al visigodo pero sabía que uno por uno, podría con todos.
No era fácil aprenderse la lista de los reyes godos en el colegio. A mí ya no me tocó y es que las luchas por el poder eran algo común en los pueblos germánicos que invadieron el Imperio y crearon sus reinos, origen de algunos estados actuales.
Leovigildo era arriano, religión que sería desplazada por el catolicismo de Recaredo. Logró dominar toda la península Ibérica o casi, porque siempre quedaban los astures, cántabros y vascones en el norte. Lo mismo le ocurrió a Roma. El propio Augusto estuvo en el actual pueblo burgalés se Sasamón o Segisama en aquellos tiempos.
El fin del reino godo occidental ya lo conocemos todos. Esta vez se llamó a los musulmanes y no a los bizantinos y la traición de los hijos de Witiza hizo el resto. Tal vez se les podría haber derrotado y nuestra historia hubiera sido otra pero los visigodos llevaban el germen de la autodestrucción.
El pueblo vallisoletano de Wamba toma su nombre del rey godo que allí fue proclamado.
Los visigodos se instalaron en la Meseta y gran parte de Castilla y León conserva sus restos. Es el caso de la iglesia palentina de San Juan de Baños, muy cercana al pueblo ferroviario y de las galletas.
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