La renta básica




 La primera vez que oí hablar de la renta básica en una conferencia que se impartía en el Aula Mergelina de la Facultad de Derecho de la Universidad de Valladolid me extrañó porque dar dinero "porque sí a la gente" no parecía muy lógico. Nadie iba a trabajar pero con el tiempo fui entendiendo lo que significa esa renta y el gran beneficio para la propia sociedad que, por el hecho de ser personas, todos recibiéramos un dinero que iba a reactivar la economía y acabar con la explotación de la clase obrera.

La subida del salario mínimo interprofesional ha sido muy buena tanto para empresarios como para trabajadores, que son personas y no mercancías. El trabajo tiene que estar por encima del capital. Si la gente tiene dinero en el bolsillo empieza a gastar en las pequeñas y medianas empresas. Sí, en el bar de al lado, en la agencia de viajes minorista, en la bodeguilla del barrio, en la tienda cercana a casa y todos salimos beneficiados.

El dinero no tiene patria y si no que se lo pregunten a Felipe II o a Juan IV, duque de Braganza, primer rey de Portugal de esa dinastía, que rigió el Reino ibérico occidental entre 1640 y 1910. El dinero se asusta y no tiene ética en absoluto.

Algún día se conseguirá la renta básica. No es algo absurdo como lo es el hecho de que exista la enseñanza concertada sin ser supletoria de la pública. Los padres tienen derecho a elegir colegio pero que lo paguen de lo suyo y no de lo de todos. No es justo que el parado sin prestación, que malamente tiene para los libros de los hijos, pague el colegio al rico, que sí que tiene para caprichitos caros como las angulas.

Los impuestos son necesarios y su rebaja no suele ser buena. Lo público nos beneficia a todos. El Plan 2000 tardó en surtir efecto pero lo logró y muchas veces es la derecha quien se apunta el tanto de los esfuerzos de la izquierda.

Las oportunidades no sin las mismas para todos y la derecha ante el camino a la desigualdad. El liberalismo está ya desfasado y la socialdemocracia es lo que nos beneficia a casi todos. 

Muchos empresarios quieren tener mano de obra barata y abundante. No caigas en la trampa suya: "si yo te pago poco, en casa sacas menos". Esto es falso, tú, tu tiempo y tu trabajo valen mucho y el pijo ni sabe ni quiere trabajar.

Viva la clase obrera, su lucha y la renta básica.

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