Historias del taxi
Aquel color que los identifica en España es el blanco, que contrasta con el amarillo de los taxis de Nueva York y de otras ciudades.
Son caros para una persona pero no para varias y las paradas son muchas en esta ciudad: Circular, Embajadores, Poniente, Zorrilla y tantísimas otras y las historias relacionadas con los mismos son increíbles y hasta casi impensables. Allí puede ocurrir de todo pero nunca el conductor le va a atracar a uno, como puedo pasar en países del Tercer Mundo.
Otro día tocará hablar de las mil y una historias que pueden ocurrir en un autobús urbano, mucho mas barato que el transporte privado y más si se tiene bono. Hay que utilizarlo mucho más porque es la mejor manera de desplazarse por la ciudad o ir al trabajo, salvo que el trayecto sea muy corto y se quiera ir andando o incluso en bicicleta o patinete. A saber... Es cosa de cada uno de nosotros.
La vida del taxista es dura y las horas de trabajo casi interminables pero la satisfacción por el trabajo bien hecho lo compensa todo, al igual que las múltiples historias y anécdotas en el trabajo.
Feliz verano.
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