Todo lleva su tiempo
Las cosas llevan su tiempo y no son de hoy para mañana, debiéndose cumplir una serie de trámites para su correcta realización.
Esta ciudad llegará a ser un centro turístico en unos años pero las cosas no son de hoy para mañana y el proceso puede demorarse más de lo que en un principio pudiese parecer un plazo razonable para conseguir los objetivos marcados de antemano.
El trabajo bien hecho al final consigue sus frutos y es ahí donde hay que entrar en la fase de control para comprobar que lo previsto coincide con lo obtenido.
La mejora y la crítica constructiva siempre son algo de carácter positivo y en un mundo con circunstancias tan cambiantes como el actual, todo es posible porque el competidor ya no está a la vuelta de la esquina o en nuestro propio edificio sino en un sitio cualquiera del mundo, ya que gracias a Internet no hay fronteras
El modelo turístico por el que hay que apostar es el de la calidad y búsqueda de una clientela de alto nivel económico y cultural porque Valladolid y sus habitantes no se merecen menos.
Mejor poco y bien que mucho y mal.
Los que gastan poco y desgastan mucho casi no aportan nada.
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