Exámenes trucados

 Un profesor de instituto nos hablaba de las "maldades se la universidad" y era cierto. Los personajes vagos e inútiles totales, esperpénticos y que mandaban estudiar por manuales porque sus apuntes eran malos a más no poder y no valían para nada en absoluto como sus libros de corta y pega y ellos mismos, que llegaban tarde y trucaban sus exámenes de sacar bolitas, que aprobaban a quien querían y no le decían al alumno si había aprobado o no, que felicitaban al alumno por estudiar por manuales de asesinos como Carlos Arias Navarro, la endogamia (soy catedrática porque mi papá fue decano, aunque ya sé que parece que no tuviese ni la ESO y apruebo a quien quiero) eran una realidad. 

La masificación de la universidad ya pasó, con el consiguiente detrimento económico para la ciudad 🏙️🌆 y las plazas son muy limitadas. Eran otros tiempos, de los que ya no queda nada.

Por suerte 🍀 la Universidad está al alcance de todos por las becas que Felipe González comenzó a dar, muy recortadas por Mariano R pero que ayudan a muchos a estudiar. Es común la triquiñuela de quedarse en la ciudad y poner que se viene desde el pueblo, la ética está poco extendida en este país, lleno de extranjeros que entran sin control a acabar con nuestro estado del bienestar y bajar el precio de la mano de obra, cuando no quitarnos el trabajo y las ayudas sociales.

Ninguna universidad española está entre las mejores del mundo y hay profesores que parece que no hayan pisado un instituto en su vida, aparte de la polarización de departamentos entre profesores de ideas fascista y el Opus Dei. No importa, todo cambiará y el hecho de haber ido a la universidad es algo magnífico que no puede dar un instituto en sus ciclos formativos de grado medio, superior y cursos de especialización.

Me voy a comprar unos helados para repartirlos con mi novia y comérmelos está tarde porque el calor aprieta y hay que aprovechar el verano que nos queda, que todavía es bastante. Hasta pronto y que siga la lucha de clase obrera. El programa oculto de la derecha pretende que el estudio solamente esté al alcance de los que se lo puedan pagar.