La chica más deseada de la universidad

 Uno entra por primera vez a la universidad como alumno y se sorprende de la cantidad de gente que hay en ella pero siempre hay algún amigo o conocido de Palencia o de algún pueblo de cerca. Son los años de la masificación pero el hecho de ser universitario impone carácter aunque hay más de un payaso o subnormal que acaba por ahí de procurador y tiene una página de internet de carácter esperpéntico, por no decir de risa. No es bueno perder el tiempo con elementos así porque lo mejor es ignorarlos y el mal profesional, si además es mala persona, nunca será más que un segunda fila de quien nadie se acordará muy pronto.

La chica que más me gustaba en mi primer año de universidad se llamaba María José (el nombre puede que no sea real) y era de Palencia. Tenía un cuerpo espectacular y era bastante alta, por lo que imponía respeto al más pintado. La verdad es que nos atraían mucho las chicas mayores y no sé muy bien por qué, cosas de la edad tal vez o de estudiantes de primer año.

El segundo año había menos grupos y eso era porque muchos abandonaron los estudios universitarios, muy decepcionantes para un porcentaje grande de personas, a pesar de que no todos los profesores eran malos del todo, aunque algunos eran penosos. La verdad es que la chica que más me atraía se llamaba Mónica (nombre no necesariamente real), que era rubia natural y una auténtica escultura viviente pero tenía una amiga que protagonizaba mis sueños eróticos mas ocultos pero eso no lo puedo contar a estas horas. Había compañeras que eran espectaculares y además inteligentes. Es una pena que tuvieran novio y que nosotros no estuviéramos en su lista de preferencias masculinas pero había que intentarlo y no pudo ser, a pesar de que años después hubo alguna oportunidad. Todo se puede llegar a conseguir más tarde.

Así puedo seguir con el resto de años de universidad, que se van y no vuelven más, aunque se estudie allí de mayor.

Hasta pronto.