Martes de final de agosto

 Martes de final de agosto, la ciudad 🏙️🌆 va recobrando su rutina y su monotonía, que será borrada durante unos pocos días por las fiestas patronales que, si no se gestionan de forma correcta, darán una imagen penosa de nosotros. Espero que la calle de Juan Mambrilla no vuelva a ser un asco como era en tiempos de León de la Riva. En fin, las casetas de los bares ya empiezan a montarse y a aparecer como setas después de un día de lluvia por el centro pero también por los barrios.

El mundo reivindicativo guarda silencio y consume sus últimos días de vacaciones antes de la ansiada vuelta del dieciséis de septiembre a la lucha en las calles. Todavía queda un poco de tiempo pero las cosas volverán a ser como eran y los ríos, a su cauce.

En cuanto al soterramiento, que se va a llevar a cabo dentro de muchos años y no a corto o medio plazo, el estudio que el alcalde y senador manda a gente afín a su partido es absurdo porque todos sabemos lo que hay y que no se podrá realizar tan pronto, salvo a un coste muy grande en lo económico y un daño causado a la ciudadanía notable. Los de Contigo Avanzamos parecen los de Contigo Retrocedemos cada día más y Vadillo y Lara parece que solamente pretenden perjudicar a su antiguo partido político. El peor enemigo es quien fue antes tu amigo. 

El soterramiento copaba casi todo el programa del Partido Popular, que no ha hecho más que perjudicar al 🚷 peatón y favorecer al conductor con obras absurdas y sin ningún tipo de justificación. No me gusta este equipo de gobierno ni lo que hace. Carnero es el peor alcalde que hemos tenido y con diferencia. Solamente le gusta cobrar de varios sitios sin dar un palo al agua y mira que los pijos de la derecha se caracterizan por la holgazanería. JJ es un zángano de los grandes y así nos va de bien. Nunca le votéis. Esto ya es un auténtico cachondeo porque el senador nunca podrá ser soterrador.

 La verdad es que él no es de Valladolid ni vive aquí, por lo que bastante le importa la ciudadanía y menos si cabe, los habitantes de la zona Este. La derecha nunca se ha preocupado por la clase obrera, a la que desprecia profundamente, como dejaron patente Casado, Rajoy o ahora Feijóo, el que mintió sucesivamente y es amigo de delincuentes.