Dos bulos sobre Valladolid
Los de Valladolid presumen de que su castellano es el mejor de España, cuando la realidad es totalmente la contraria, algo lógico en un lugar de paso y de inmigración de pueblos, provincias y regiones cercanas.
Un profesor que tuve en la universidad, que felicitó a un alumno por haber estudiado por el manual de Arias Navarro, personaje cobarde, siniestro y sanguinario, no sabía ni hablar correctamente y parece que no tuviese ni el graduado escolar. Era un cobarde que no decía a la gente si había aprobado o no, así hacía lo que quería. Sobra en la universidad y estaría mejor en la calle. Cobrar por no hacer nada es nefasto para todos.
Aquí hay un acento muy marcado por parte de los nacidos en la ciudad, que se une a lo mal que se habla aquí pero lo bien que se pronuncia. Incluso así, es un muy buen lugar para aprender castellano.
Nuestro idioma no aparece aquí. El fundador era enemigo de El Cid y partidario del rey de León, Alfonso VI, a cuya boda en la localidad palentina de Monzón de Campos, famosa por su castillo, asistió.
Valladolid es un lugar de repoblación leonesa, procedente de los condados de Carrión y Saldaña.
El bulo de que Valladolid es la cuna del castellano, salvo porque Cervantes escribió seguramente aquí la segunda parte de El Quijote y tal vez alguna de sus Novelas Ejemplares. El coloquio de los perros transcurre en esta ciudad y en el Puente Mayor queda patente.
Es difícil decir si el Reino de León son tres o cinco provincias. Tierra de Campos siempre se disputó entre castellanos y leoneses. Puede ser que Sancho III no devolviese lo que había conquistado a León o que Alfonso VII quisiera igualar la extensión de ambos reinos.
En 1108 acuden a Carrión de los Condes, actual provincia de Palencia, representantes de todas las ciudades del Reino de Castilla y más tarde ese mismo rey, Alfonso VIII, convertirá a Valladolid en una ciudad cortesana, con gran beneficio para la misma.
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