Gorbachov nos ha dejado

 Queridos camaradas, Gorbachov nos ha dejado para siempre. Fue uno de los personajes más importantes del siglo XX y el último presidente de la Unión Soviética, estado que duró desde 1917 hasta 1991.

Aquí en Occidente era muy querido mientras que en las repúblicas que formaban su país no lo era tanto. La Perestroika no se llevó a la práctica bien y al final lo que se desintegró fue la URSS.

En la película de Rocky IV aparece el Secretario General del Partido Comunista de la Unión Soviética asistiendo al sangriento combate entre Balboa y Drago en Moscú. Stallone no era muy amigo de los soviéticos y lo deja patente en Rambo III también.

El mundo de los bloques desapareció gracias al líder ruso y fue él y no el ex actor Ronald Reagan quien acabó con la tensión mundial y miedo a una guerra nuclear.

Hace años se estudiaba que la civilización occidental no era homogénea al dividir Teodosio, nacido en Coca, Segovia, el Imperio entre sus hijos Arcadio (oriente) y Honorio (occidente); esto llevó a una zona romano-germana y otra greco-eslava. Esto no se acepta hoy y menos en un mundo globalizado. Justiniano llegó a tener territorio en la península Ibérica o Praga estaba al otro lado del Telón de Acero, una ciudad que fue durante varios siglos parte del Sacro Imperio Romano Germánico, conglomerado de territorios que desapareció como tal en el siglo XIX.

Carlos I y Felipe II se expanden en América mientras que Iván IV el Terrible lo hace en Asia 🌏. La muerte del sanguinario zar casi supone el fin ruso pero sus sucesores crearon un gran imperio que chocó con España en Alaska, vendida a Estados Unidos en 1867 por Alejandro II, derrotado en Crimea.

La Perestroika pretendía transformar el régimen soviético en una socialdemocracia. No salió bien y el golpe fracasado de 1991 fue el fin soviético. 

La apertura de la Perestroika y del Glasnost no dio los frutos pretendidos y el resto de la historia todos los conocemos. Ha vuelto el mundo de los bloques.