El negocio de la felicidad

 Ya mañana comienzan las fiestas patronales de la ciudad del Pisuerga y del Esgueva. El pregón de la plaza Mayor con Vaquero y otros es su punto de partida y el espíritu festivo y de diversión durará diez días.

Tras dos años de parón por razones obvias, porque lo primero es la salud y la ley hay que cumplirla, se vuelve con ganas a la diversión y hay para todos los gustos y en todos los barrios. Es un tiempo de disfrute antes de volver a las aulas o al trabajo, a la rutina del nuevo curso o del trabajo, unos días de pequeños excesos para despedir bel verano, días de reencuentro y de salir a la calle, pero siempre con mesura.

La felicidad muchas veces depende de la actitud que se tome con respecto a la vida. Han aparecido hasta gimnasios mentales pero no sé si habrá alguno en esta ciudad, parece ser que sí. De todo se hace negocio pero cada uno que pague lo que quiera o pueda por ser feliz.

Hasta ahora.