El nuevo mundo de los bloques
Comienzan las fiestas de Íscar. Desde el castillo de ese pueblo se ve muy a lo lejos el segoviano de Coca, patria del emperador Teodosio, que dividió el Imperio Romano entre sus hijos Arcadio y Honorio. Occidente caerá ante el influjo de los germanos, que ya habían entrado en el Imperio como federados hace tiempo pero Oriente todavía tendrá un largo recorrido.
La civilización occidental no es tan heterogénea como se hablaba hace décadas y menos en tiempos de la globalización.
La derrota del Eje en la guerra llevó a la división de Europa y otros ámbitos mundiales entre Estados Unidos y la Unión Soviética, que desaparece en 1991 pero Rusia ha vuelto a tener un gran poder a nivel mundial y es el nuevo enemigo de Occidente, aparte de aliado de China e Irán, confirmando una nueva guerra fría para las décadas próximas, o por lo menos eso parece.
Tal vez la Unión Soviética no debiese haber desaparecido nunca porque en el equilibrio está la virtud. Si bien los soviéticos se pusieron a la altura de Estados Unidos en casi todo, el sistema no promovía la innovación y las nuevas generaciones no creían en el mismo como las antiguas.
Parece increíble que repúblicas que era parte de la Unión Soviética hoy don miembros de la OTAN y de la Unión Europea si bien Lituania, por ejemplo, tiene una larga historia como estado independiente y tuvo gran poder cuando estuvo unida a Polonia. Las cosas vuelven a ser como antes.
Una Europa unida podría ser contrapeso entre los dis bloques rn lugar de ser un peón al servicio de Estados Unidos. La OTAN no es más que un instrumento que beneficia a Reino Unido y a Estados Unidos.
Felices vacaciones.
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